Nuestros 150 kilos no caben en un coche así que tenemos que contratar un taxi para llevarlo todo. El aspecto de la carretera a Lwiro, la vía principal que une Bukavu (Kivu-Sur) con Goma (Kivu-Norte), es un espectáculo diferente cada día, de colores y miseria instalada ahí. Tenderetes de cosas en el suelo que no se sabe muy bien quién va a comprar, canteros picando piedra para mejorar la carretera, mujeres que sustituyen el trabajo de las mulas, cargando enormes pesos y hombres despreocupados deambulando por ahí, camiones abarrotados con cuarenta o cincuenta personas que bajan del norte, cada uno habrá pagado unos cinco dólares por el viaje, en una zona donde un sueldo normal está alrededor de los 80$. Cuanto tardan en hacer los 90 kilómetros de recorrido lo desconozco pero a nosotros 30 kilómetros nos suponen dos horas y eso con suerte. Cuando llueve mucho, es decir, cada día, sin un camión o un cuatro por cuatro simplemente no puedes circular. El barro endurecido y aplastado por el agua es una pista resbaladiza. Por fin después de dos horas de continuos baches, saludos y sonrisas a los niños del camino llegamos a Lwiro.
En Lwiro se encuentra el Centro de investigación de ciencias Naturales, centro gubernamental con el que colaboramos con el fin de paliar el altísimo nivel de transmisión de enfermedades entre los animales -salvajes y domésticos- de la zona y los humanos. Equipando un laboratorio, dando formación para la prevención y con un estudio epidemológico realizado en la zona a los animales, esperamos reducir la cadena de transmisión de enfermedades. También está aquí uno de los pocos centros de recuperación de animales salvajes (Santurio de primates de Lwiro), especialmente chimpancés, en grave peligro de extinción. Coopera ha asumido la gestión y mantenimiento de este lugar, ya que por un lado ayuda en esa investigación de enfermedades y por otro es una herramienta para educar enlal conservación a las nuevas generaciones. Con el ejemplo de una buena gestión los empleados ven que cobran sueldos cada mes y eso mejora sus vidas y las de sus familias. Además en un lugar como este conservar la naturaleza y poder vivir de ella es algo fundamental. Lwiro se encuentra a 1700 metros de altitud en las faldas del parque nacional patrimonio de la humanidad, Kauzi-Biega. Es un lugar espectacular y con enorme potencial para desarrollar al economía de la zona.
En tres días se juntarán los tres equipos que se crearon en octubre, eran niños que andaban por ahí, pidiendo dinero a cualquier blanco que veían o haciendo no se sabe qué. Ahora entrenan dos horas cada día, llueva o haga sol y todo gracias a los esfuerzos de Coopera y el apoyo del Athletic, pero sobre todo a un hombre que desinteresadamente está ahí cada día, el entrenador y responsable del los tres equipos, Vincent.
lunes, 6 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para facilitar la comunicación entre los leones y vosotros, a partir de ahora los comentarios aparecerán como entradas independientes (después de la aprobación correspondiente).
Te recomendamos hacerte seguidor del blog para estar al corriente de todas las actualizaciones.